El palpitar de un mundo lejano en peligro de extinción, tu respiración, las pecas de Julianne Moore desordenadas, algún vecino usurpando nuestro ascensor, Mercurio impenetrable, el blanco de estas sábanas, tu boca, mi hambre...shhhh, se escucha a alguien tarareando una nana. El silencio del desierto, tu ombligo cazando el mío... sucedáneos de amor en una prisión abandonada. El crujir de estas paredes, el mar rojo tiñendo la arena de vida, deseo quedarme para siempre en esta cama...
¿Verdad? La dulzura y ternura siempre estarán unidas a su nombre.
ResponderEliminar:D
ResponderEliminarvainilla, que bien le sientas a mi sonrisa, me alegro de que te pasaras.
ResponderEliminarprecioso.
ResponderEliminar¡Cuanta dulzura! Me gusto mucho!
ResponderEliminarCordiales salud.
Hola, gracias por visitarme...Muy bueno el escrito, yo también me quedaría pegada a las sábanas. Afuera el mundo que reviente, adentro las pieles crean mundos mágicos.
ResponderEliminarUn beso.
Que precioso. Escribes tan bien, las palabras exactas para hacerme soña.
ResponderEliminarUn besito bonita, te sigo.
muchas gracias, que ilusión!
ResponderEliminarmuy buen blog, me encanta y te sigo de cerca, e aquí una invitación al miio>
ResponderEliminarhttp://globosagua.blogspot.com
Yo también lo deseo...
ResponderEliminarComo te gusta el rojo...
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