Silencio sobre Méjico, como silencian las balas los cuerpos.
Mientras solo se maten entre ellos, usando polvo blanco, pólvora o despiadados camellos, mientras el horror se concentre en sus tierras, mientras sigamos sin entender que todos pertenecemos a una misma raza y que un muerto allí, nos mata a todos por dentro, mientras la prensa vaya y venga como marea o decida prestarle atención a la tragedia según sople el viento, la única garantía es que los inocentes seguirán muriendo.